Aunque las fases vayan pasando, nos encontramos delante de una situación de incertidumbre, causada por una crisis inédita en nuestra sociedad. Después de varias semanas de confinamiento, algunas personas teletrabajando, otras trabajando de manera presencial porque su puesto así lo requiere, personas que han visto peligrar su negocio, con niños en casa, o en soledad, otras que han vivido el Covid de muy cerca: las situaciones son variopintas.
Y ahora puede ser que nos hagamos muchas preguntas, entre ellas ¿Cuando vamos a volver a la normalidad?¿Y si enfermo? ¿Y si alguien de mi familia muere por Covid y no me dejan estar allí? ¿Como puede ser que la gente sea tan irresponsable? ¿Volverán a confinarnos?
En definitiva… ¡Quiero que esta pesadilla termine ya!
Y es que dentro de toda esta situación es totalmente lícito sentir una serie de emociones que solemos llamar “negativas” porque no nos gusta sentirlas, aunque son normales e incluso necesarias.
Hoy nos vamos a centrar sobretodo en el miedo, que nos da una sensación de inseguridad y nos causa ansiedad.
El miedo es fundamental para la supervivencia de cualquier ser vivo; tener miedo hace que tomemos medidas y actuemos para poder afrontar peligros. Por ejemplo, en la situación actual, esta emoción nos ayuda a actuar con precaución y responsabilidad: el uso de la mascarilla, no salir de casa si tenemos sintomatología, lavarnos las manos, mantener distancia, etc.
Pero ¿qué ocurre si sentimos un exceso de miedo? Si el miedo nos inunda, la ansiedad nos puede bloquear y hacer que adoptemos conductas que no son ecológicas con nosotros mismos; por ejemplo, el miedo puede hacer que no queramos salir de casa, o relacionarnos con los demás, evitando situaciones y provocándonos una falsa sensación de seguridad (aunque en realidad, le estamos dando más poder). ¿Qué podemos hacer si nos encontramos en esta situación?
"Atiende a tus pensamientos, escucha lo que sientes. El miedo es necesario y puede ser nuestro aliado si conseguimos que no nos desborde"
10 consejos básicos para gestionar el miedo:
Deja lo que estás haciendo y céntrate en ti unos minutos.
Escucha lo que te dices a ti mism@: con toda probabilidad te estas diciendo pensamientos limitantes, que alimentan este miedo.
Reconoce como te sientes, es decir, relaciona estos pensamientos con las emociones que te generan: puede ser que te sientas enfadad@, triste… y muchas mas!
No intentes deshacerte de estos sentimientos, son normales. Respeta como te sientes.
Cambia los pensamientos tipo “soy incapaz de ir a una cena familiar, nunca lo conseguiré, esto me supera” por pensamientos tipo “ahora no me siento segur@ de ir a esta cena familiar, pero estoy trabajando para poder hacerlo”.
Haz ejercicio físico de forma regular, así como relajaciones. Contacta con tu cuerpo. Es importante para gestionar el estrés.
Mantén contacto con tus seres queridos y explícales cómo te sientes. Hablar de ello te ayudará. No estás sol@, puedes pedir ayuda a tus familiares, amigos o a un@ profesional.
Enfréntate progresivamente a estas situaciones que te preocupan: así irás desmontando estos pensamientos intrusivos.
A medida que vayas superando estos pequeños retos, te sentirás más fuerte, tu autoestima crecerá.
La forma como gestiones la situación y tus emociones, hará que la vivas de una forma u otra: es posible extraer vivencias positivas de todo esto.
Emma Pascual Herrera
Psicóloga col. 21595
www.emmapascual.com
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