Terapia Sensoriomotriz
La Terapia Sensoriomotriz se basa en la memoria del cuerpo en relación con una situación traumática. La amígdala es una parte del cerebro que "detecta las amenazas" y envía señales de peligro en el cuerpo: palpitaciones, sudoración, presión... (son respuestas somáticas) de manera instintiva. Es como si la amígdala secuestrara todos nuestros sentidos.
Después, pueden aparecer elementos "disparadores" (un tono de voz, una historia que nos cuentan, un olor, un lugar, una palabra, un contacto físico, un sonido...) que nos puede provocar la misma respuesta somática que tuvimos en el momento del trauma, pudiendo provocar: fobias a los lugares cerrados, fobias a determinadas situaciones sociales, dificultades en las relaciones personales ...
Mediante esta terapia trabajaremos con las sensaciones corporales tal como se sienten aquí y ahora, creando puentes para integrar los hemisferios del cerebro y el cuerpo: qué pasa ahora en el cuerpo mientras trabajamos determinado recuerdo.
Ayudaremos al cuerpo a que ahora haga lo que quedó pendiente en el momento traumático, en el que el cuerpo no pudo reaccionar o defenderse, cambiando a defensas activas: lucha, huida, acciones físicas ...
De esta manera podremos trabajar tanto traumas simples (situaciones traumáticas concretas como por ejemplo un accidente), como traumas complejos (relaciones de vínculo).
Situaremos a la persona en conciencia plena (mindfulness).